Políticos, coronavirus y otras plagas humanas

Oigo discursos de uno y de otro lado –de varios signos políticos– y no puedo creerlo. Entre uno y otro comentario de esos sesudos gobernantes, rememoro la imagen de la adolescente que pasa su lengua sobre un inodoro en el último «desafío» ideado por esa subnormal. Ni el político ni la lame-inodoros entienden la gravedad del asunto. Ambos comparten el mismo tipo de neurona. Son un triste resumen de lo que somos como especie.

Estoy harta. Todos estamos hartos de oírlos hablar insensateces, de no verlos actuar como lo que deberían actuar: como individuos responsables que tienen en sus manos el destino de millones de seres humanos. Una y otra vez vuelvo a escucharlos. Los veo mostrar la misma estúpida confianza del carnero que va al frente del rebaño y termina arrastrando al precipicio al resto de la manada que lo seguía, creyendo que era el guía en quien debían confiar. Así terminaremos todos, amontonados como cadáveres al pie del barranco, si seguimos guiándonos por ellos.

No hablo de los escasos políticos que finalmente (algunos demasiado tarde) han adoptado las medidas que debieron tomar desde el principio. Me refiero, más que nada, a los que todavía hablan aquí y allá de tomar pequeñas medidas –un poquito de esto, un poquito de lo otro, un chiste imbécil aquí, otra broma insulsa allá (amuleto salvador incluído)–, creyendo que con tales verracadas van a salvarse y salvarnos.

¿Quieren acabar con el virus de una maldita vez para que todos podamos volver a nuestras (cada vez más miserables) vidas? Acaben de poner al mundo entero en cuarentena por tres semanas. El virus solo vive dos, pero sería recomendable añadir una semana extra para seguridad adicional. Eso sería lo inteligente, la actitud verdaderamente valerosa por parte de un político. Ley marcial. Nadie sale ni entra por ninguna frontera. En las ciudades, prohibido salir de las casas, excepto una sola persona para buscar provisiones –y personal de salud o distribución imprescindibles–. Es la única manera de detener una pandemia tan contagiosa para la cual no hay vacunas… ¡Y no las habrá por ahora!

¿Por qué es tan difícil que los políticos tomen una decisión inteligente después de oír lo que repiten los científicos una y otra vez? ¡Qué irresponsabilidad tan catastrófica la de todos esos gobernantes que siguen diciendo que no pasa nada y que no hay motivo de alarma, cuando el número de contagiados y de muertos sigue creciendo! ¿Qué esperan? ¿Qué están esperando? ¿Que el virus acabe con todos? ¿También con ellos, con sus familias, con sus hijos?

Y no vengan a hablarme ahora de conspiraciones para exterminar a la mitad del género humano. (Esa es la clase de pensamiento que nos paraliza: creernos a merced de un lobo invisible contra el cual no podemos hacer nada.) Aquí la única conspiración es la estupidez humana… Y el silencio del rebaño.

4 comentarios

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4 Respuestas a “Políticos, coronavirus y otras plagas humanas

  1. alina tomas

    Brava, Daina. Mil gracias por expresar lo que muchos pensamos. Bueno, yo tambien lo he dicho y sigo diciendolo aunque muchos no quieren oir. Cuidate mucho. Abrazo.

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  2. ¡Así mismo es! Gracias por tus palabras.

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  3. No sabía lo del lame-inodoros. ¡Ya no queda nada por ver!

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  4. María Cueto

    Excelente! Un resumen muy bien redactado de lo que pensamos aquellos que todavía nos quedan algunas neuronas, pues escasean en estos tiempo. Con las estupideces del mundo de hoy , se están atrofiando. Parecemos gallinas locas corriendo de un lado a otro, no hay criterio unificado. Pensaba ayer, cuando se transmitía el briefing , que es como vivir en dos mundos, el que quieren ellos pintar y la realidad diaria ( por Dios , se han comprado miles y miles de ropa protectora, según ellos, y en Nueva York se están protegiendo con bolsas de basura). Todo esto me recuerda cuando esperábamos el noticiero para comer por tv, la producción se desbordaba y en los puestos y bodegas no había nada más que la mísera cuota.
    Pobre Dr. Fauci! Se va a morir de un infarto!
    En fin Daina, catástrofe humano !

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