Mis lecturas preferidas del año 2020

Si una nota positiva tuvieron los diez meses de encierro a causa de la pandemia (de marzo a diciembre de 2020) fue que me permitieron leer mucho más que en épocas recientes, cuando todavía abundaban los compromisos sociales. Como en mis tiempos de adolescencia, pude encerrarme a gusto sin tener que lidiar con la vida social. En ese lapso de tiempo, pasaron por mis manos unos 70 títulos, varios de ellos entre 400 y 700 páginas. Ha sido un maratón de gozo.

Ahora comparto con ustedes una lista de los que más me impactaron. Quedaron fuera algunos que también hubiera podido incluir, pero preferí hacer una selección de solo diez obras. Estas se destacan por sus visiones novedosas –un requisito que cada vez se me hace más difícil de hallar, no solo porque soy una lectora obsesiva desde la infancia, sino porque me he pasado las tres cuartas partes de mi vida inventando o imaginando argumentos de toda clase. Aquí les dejo mis sugerencias:

Quién teme a la muerte, de Nnedi Okorafor. Los lectores que me siguen por las redes sociales saben que soy una gran admiradora de esta autora nigeriano-estadounidense. Desde que leí su primer cuento, quedé fascinada con su prosa y su imaginación sin límites. A partir de ese momento, me dediqué a cazar relatos y novelas suyas, de los cuales he comentado, en este mismo blog, «Araña la artista«, un cuento excepcional, y también una de sus mejores novelas: Binti. Sin embargo, no fue hasta hace unos meses que leí Quién teme a la muerte, con la que ganó el Premio Mundial de Fantasía en 2011. Una vez más, me mantuvo en vilo con un argumento donde mezcla las tradiciones nigerianas con el género post-apocalítico. Desde la primera línea («Mi vida se hizo añicos cuando tenía dieciséis años») hasta ese final absolutamente glorioso, la trama –además del sabor mágico de la aventura– reflexiona sobre la violencia y la discriminación en un mundo místico-futurista. Con esta novela, Okorafor vuelve a demostrar por qué es una de las máximas figuras del afrofuturismo contemporáneo.

Leviatán, de Paul Auster: Me avergüenza decir que no había leído nada de este autor que sabía imprescindible, y eso que me habían hablado de él varios amigos en cuyo gusto literario confío. Pero siempre quedan obras y autores pendientes. Aunque Leviatán no es propiamente una novela de misterio, de suspense o detectivesca, contiene todos estos elementos, incorporados en una trama de corte psicológico e intrigante. No quiero adelantar nada del argumento, pero si leen solamente la primera página, les garantizo que querrán seguir. Alguien me dijo que había escogido bien para iniciarme en su obra, considerando que esa era su mejor novela. No puedo asegurarlo porque aún no he leído otras, pero les recomiendo esta sin dudarlo.

Trilogía de los tres cuerpos, de Cixin Liu: Al incluir esta trilogía en mi listado del 2020, estoy haciendo un poco de trampa porque ya en 2016 había leído su primer tomo, titulado El problema de los tres cuerpos. Sin embargo, no fue hasta hace unos meses que pude conseguir los otros dos (El bosque oscuro y El fin de la muerte), cada uno de ellos mucho más voluminoso que aquel primero, publicados en español en 2017 y 2018 (por cierto, con una excelente traducción de Javier Altayó para los dos primeros tomos y de Agustín Alepuz Morales para el tercero). La trilogía se ha situado como una de las obras imprescindibles de la ciencia ficción global. No se trata solo de los millones de ejemplares vendidos en decenas de países, sino el hecho de que se trata de una obra de carácter filosófico y político que rompe muchos esquemas del género y ha convertido la ciencia ficción china en uno de los pilares literarios del nuevo milenio.

La monja y el capitán, de Simonetta Agnello Hornby: Es una novela de tono histórico, con tintes sociales y sentimentales, que transcurre en Sicilia a principios del siglo 19. Aunque de lectura fácil, que se digiere a buen ritmo, no está exenta de un gran virtuosismo narrativo. Su protagonista, Ágata, espera casarse con el hijo de una familia acaudalada de quien se ha enamorado. Pero la ruina de su propia familia la deja sin dote, y su madre la obliga a encerrarse en un convento. Sin embargo, Ágata no es una joven común. A espaldas de las monjas, estudia y lee libros que no debería. Y el abastecedor de tales herejías es un capitán a quien ella había conocido fugazmente durante su vida laica. Maravillosamente ambientada y con un gran conocimiento sobre la vida en los monasterios de la época, es de esas obras cuyo mayor atractivo reside en la evolución psicológica de sus personajes.

Los peligros de fumar en la cama, de Mariana Enríquez: Es una colección de cuentos donde se mezclan lo gótico y el horror urbano de un modo realmente original. Confieso que los primeros relatos me descolocaron un poco, quizás porque eran muy diferentes a otros enmarcados dentro de estos géneros. Pero ese shock primigenio se transformó casi de inmediato en una adicción absolutamente deliciosa. Los elementos de horror que maneja la autora tienen mucho que ver con la sociedad, la familia y el propio individuo. La amenaza no proviene de lo desconocido, sino del entorno más inmediato. El propio título da una pista de la cercanía cotidiana de ese peligro. No he leído otros libros suyos, pero este primero me ha impresionado muy gratamente y lo recomiendo a todo aquel que quiera conocer nuevas aristas del horror contemporáneo.

Nocturno de La Habana, de T.J. English: Este no es un libro de ficción, sino la investigación más completa que se haya hecho sobre el papel de la mafia en la transformación y crecimiento de la capital cubana. El autor expone los secretos de sus principales jefes y su relación con políticos y artistas, tanto de Cuba como de EE.UU. Guiándose por documentos y entrevistas hechas a testigos presenciales, English dibuja un panorama muy claro sobre la época. Así nos enteramos de que existía un plan muy preciso para convertir a la capital cubana en el Montecarlo del Caribe, y a toda la isla en un paraíso turístico. En apenas diez años, y escudándose tras inversionistas y compañías de construcción legítimas, la mafia subvencionó la construcción de varios de los más grandes hoteles de La Habana –Riviera, Capri, Deauville, Habana Hilton (hoy Tryp Habana Libre)– que 60 años después siguen estando entre los más lujosos de la isla. El plan era crear una urbe turística mucho más rica que Las Vegas o Montecarlo. Su principal promotor, Meyer Lansky, había apostado por crear casinos y espectáculos para desarrollar el juego y la vida nocturna, cerrándole el paso a otros mafiosos que apostaban por el narcotráfico, un negocio que él detestaba. Este libro rompe con algunos esquemas sobre la mafia y sobre ciertos capos como Lansky, que deseaban alejarse del mundo delictivo para establecerse como hombres de negocios. También se revelan las falsas promesas que hiciera Fidel Castro a la mafia, a los periodistas y al gobierno norteamericano, del cual había recibido secretamente armas a través de la CIA. Varios detalles hacen pensar que el asesinato del presidente John F. Kennedy pudo ser una vendetta de la mafia que, tras haberlo mimado en épocas anteriores, se quedó esperando por la ayuda que prometiera para recuperar Cuba y, con ella, los millones que les arrebataran los rebeldes. A lo largo de la lectura, el lector podrá hacer un ejercicio imaginativo de lo que habría podido ser la isla si Fidel Castro no hubiera llegado al poder.

Huevo del dragón, de Robert L. Forward: El título hace referencia al nombre de la estrella de la constelación del Dragón donde ocurre la mayor parte de la trama. Así es que no esperen encontrar nada semejante a la fantasía… No sé cómo se me había escapado esta novela. Al parecer, es uno de esos clásicos injustamente olvidados. Si tuviera que hacer una lista de las 10 mejores novelas de ciencia ficción dura de toda la historia, la incluiría allí. La trama sigue el desarrollo de una civilización completamente ajena a la humana e incluso muy diferente a lo que podríamos reconocer como vida. Asistimos a su evolución desde una época equivalente a nuestra Edad de Piedra hasta una etapa mucho más avanzada que la que hayamos vivido. Y esto es posible porque se trata de una civilización que debe desarrrollarse y crecer bajo una gravedad brutal que altera y acelera también su evolución en el tiempo. De todos estos libros recomendados, este es el único que resultará un poco difícil al comienzo. En su prólogo se narra la creación de ese sistema solar y sus características gravitatorias y geofísicas, pero esto es necesario para entender luego por qué sucede lo que sucede. Es una obra muy recomendable para los amantes de la ciencia ficción dura. Una vez que lean el prólogo y empiece la trama, tendrán en sus manos una obra inolvidable y adictiva.

Tiempos de arroz y sal, de Kim Stanley Robinson (Premio Locus a la Mejor Novela de Ciencia Ficción 2003): El autor de la famosa trilogía marciana (Marte rojo, Marte verde y Marte azul) presenta una ucronía o historia alternativa que abarca siete siglos. Su premisa principal es que, a diferencia de lo ocurrido en nuestra línea temporal, la peste negra de la Edad Media extermina a casi toda la población de Europa. Por tanto, el continente americano no es descubierto ni colonizado por europeos y el mundo queda al arbitrio de dos potencias antagónicas: la China imperial y un conglomerado de estados musulmanes llamado Dar-el-Islam. También hay otras dos fuerzas importantes y activas: las ligas travancoríes de la India y las tribus norteamericanas, conocidas como hodenosauníes. Ese mundo ucrónico se desarrolla a lo largo de diez libros o períodos. Los mismos personajes mueren y reencarnan de uno a otro, aunque cambian de nombre, sexo y apariencia, manteniendo solo la inicial de sus nombres como marca de identificación. El paso entre las vidas responde a las creencias del Bardo Thodol (Libro Tibetano de los Muertos). De hecho, antes de reencarnar, los personajes deben enfrentarse a demonios y paisajes descritos en ese libro. El argumento presta gran atención a los detalles religiosos, políticos, tecnológicos y sociales que justifican la evolución de esa línea temporal. Eso sí, no es lectura fácil para quienes no conozcan bien la historia universal, la mitología tibetana y la génesis de los inventos y descubrimientos científicos. Muchos guiños y alteraciones solo pueden ser disfrutados a plenitud por quienes saben su origen. Pese al elemento espiritual tibetano, no se trata de una novela fantástica, sino de una ucronía que puede considerarse «dura» debido a su rigor detallista y a la elaborada cocción de diferentes ramas del saber. Alguien dijo que se trataba de un libro que los lectores podían odiar o amar sin términos medios. Yo lo amé con pasión.

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Una respuesta a “Mis lecturas preferidas del año 2020

  1. Como siempre, seguiré tus recomendaciones. Empiezo con El obelisco marciano porque está en kindle y me gusta la gratificción inmediata 🙂

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