Ha muerto Ursula K. Le Guin, la inigualable Maestra entre Maestros, la creadora que nos hizo soñar a jóvenes y adultos con planetas oceánicos poblados de islas que viajaban a la deriva, en esa saga maravillosa que fueron las novelas de Earthsea (Terramar, en su versión al español): Un mago de Terramar, Las tumbas de Atuán, La orilla más lejana, Tehanu, En el otro viento; la visionaria que nos legó uno de los grandes clásicos transgresores sobre la sexualidad, en La mano izquierda de la oscuridad; que alzó su voz contra la xenofobia en El nombre del mundo es bosque; que nos mostró facetas distópicas nuevas, que aún obligan a la reflexión, en Los desposeídos; que rompió barreras y lanzas en la ciencia ficción y la fantasía durante una época en que ambos géneros aún se hallaban dominados por los hombres.
Fue la inspiradora de decenas de escritores y escritoras de mi generación. Muchos de quienes escribimos estos géneros la convertimos en nuestra musa y guía, en el referente más alto al que aspirábamos a llegar, aún sabiendo que eso no ocurriría.
Y no obstante, haberla leído nos obligó a apostar por los desafíos más extremos, porque después de leer sus historias y de conocer a sus personajes, todo lo demás parecía banal si no nos lanzábamos al abismo.
Ha muerto la mejor escritora de ciencia ficción que conoció el siglo XX, a quien la Biblioteca del Congreso en Estados Unidos otorgara el título de Leyenda Viva en 2000, por su contribución al legado cultural del país.
Y para quienes ya estábamos acostumbrados a formar parte del mundo en que ella vivía, que la amábamos desde que leímos su primer libro, será difícil acostumbrarnos a la idea de que no sigue viva y escribiendo en su hogar de Portland, Oregon. Con su desaparición física se va un pedazo de nuestra vida. Ahora solo nos queda rendir el mejor de los homenajes a una escritora inigualable: volver a visitar esos mundos que nos ha dejado como herencia.
Gracias por los caminos abiertos, por los sueños, por la luz.
Buen viaje hacia la eternidad.

Mapa del planeta Terramar (Earthsea)
Debe estar conectado para enviar un comentario.