¿Cómo puedo publicar mi libro? (II)

¿Es conveniente que quien desea convertirse en escritor acuda a la autopublicación? Antes de lanzarse a la empresa, hay algunas cuestiones que uno debe saber para evitar desengaños posteriores. En primer término, no hay que esperar que el libro reciba atención por parte de la prensa. Salvo contadas excepciones, los medios masivos no reseñan libros autopublicados. Aunque algunos autores clásicos pagaron por publicar algunas de sus obras, hoy se considera que un libro autopublicado no posee suficientes méritos literarios porque (y este es el argumento principal que se esgrime) no ha atravesado el filtro de calidad que supuestamente proporciona el proceso editorial. Los hechos concretos que se citan para apoyar esta noción ―y que no carecen de cierta validez― son múltiples: el libro autopublicado no pasa por un agente literario que podría determinar el alcance o interés que esa obra pudiera despertar más allá de una región o un grupo humano; tampoco sufre el proceso de corrección y edición en el que uno o más redactores leen y revisan el texto para detectar posibles errores de forma y contenido; no cuenta con el respaldo de un departamento de arte que diseñe y desarrolle una cubierta o tapa profesional; tampoco tiene un editor que supervise la coherencia del texto y los posibles cambios estructurales que debería hacer el autor, si la trama lo requiriera…

Sin embargo, algunos citan a varios autores clásicos que publicaron contra la corriente editorial de su época, sufragando sus propias ediciones. Aunque esto sea verdad en ciertos casos, no se aplica a la inmensa mayoría. Se trata de excepciones y no tantas como pretenden los listados (a veces con falsos ejemplos) que circulan por Internet y que se citan hasta la saciedad. Y cuando ocurrió, muchas veces se trató de algún libro de poemas o de viajes, que de todos modos nunca se han vendido mucho y, por tanto, siempre han enfrentado un mayor rechazo en la industria editorial. A decir verdad, la inmensa mayoría de los millones de títulos que han sido pagados por sus autores, a lo largo de siglos, no ha sobrevivido… como tampoco han sobrevivido muchos autores publicados por editoriales que, en su época, fueron éxitos de venta.

Todos sabemos que hay bastante bazofia publicada y editada por algunas editoriales ya establecidas. De todos modos, aunque el filtro editorial no funcione a plena capacidad, los medios se han acostumbrado a usarlo como guía para los libros que leen y reseñan, simplemente porque consideran que les ayuda a limpiar un poco la hojarasca de lo que reciben en sus redacciones.

Personalmente, no creo que semejante táctica de valoración sea infalible o totalmente certera. Algunas pequeñas empresas de autopublicación mantienen buenos estándares de calidad y, aunque aceptan libros autofinanciados, no publican todo lo que les llega. Pero se trata de una práctica que aún no funciona de manera masiva en el mercado de autopublicación, y por ello pagan justos por pecadores… (Continua aquí)

Ver: ¿Cómo puedo publicar mi libro? (I)