Ni siquiera los escritores profesionales pueden pasarse sin una agencia que los represente. Son contadas las editoriales que están dispuestas a lidiar directamente con un autor. El 95% prefiere trabajar con el agente que lo representa… y alégrese de que así sea.
Supongamos que usted ha terminado una novela policíaca y sabe de diez editoriales que también publican el género. Sin embargo, sólo un agente sabe a cuáles les interesará el enfoque que usted le ha dado a su novela. Y eso, tratándose de un género relativamente fácil de clasificar. Imagine que su novela narra la historia de una adolescente que, de pronto, queda huérfana al perder a sus padres en un accidente y debe irse a vivir con otros familiares a un sitio remoto, donde comienza a darse cuenta de que existe algún tipo de secreto familiar que todos intentan escamotearle. Con un asunto tan difícil de acomodar como género (y lamentablemente, las editoriales trabajan encasillando a libros y autores), si usted no cuenta con un agente le será prácticamente imposible dar con el editor apropiado… no sólo para que le publique el libro, sino incluso para que lo lea, pues casi nunca las editoriales leen los materiales enviados por un autor. La mayoría de tales manuscritos terminan en el cesto de la basura. Dicho en pocas palabras, el agente es el filtro que las editoriales buscan para evitar leerse miles de textos que al final no les interesan, ya sea porque no tienen calidad literaria o porque no desarrollan los temas con la perspectiva que buscan.
Después de interesar a un editor, el agente se convertirá en su mejor abogado. Será quien logre anticipos o condiciones de pago que usted jamás lograría. Y si se trata de un escritor que comienza (para el cual los anticipos suelen ser casi simbólicos), de cualquier modo usted logrará una recompensa monetaria que, por modesta que sea, tampoco hubiera conseguido por su cuenta. Por otro lado, el agente siempre lo mantendrá informado sobre las ventas de su libro, enviándole el correspondiente reporte anual de la editorial.
Ahora bien, ¿cómo buscar a ese ángel guardián de sus derechos literarios? Existen muchas agencias espurias que intentan hacerse pasar por serias, y son ―lo digo sin ambages― una estafa. En primer término, jamás firme un contrato de representación con alguien que le cobre por evaluar su novela, enviar sus manuscritos a editores, o cualquier otro cobro por servicios que un agente profesional ofrece gratis. Una agencia profesional sólo cobra un porcentaje previamente acordado a partir de los anticipos de un libro ya contratado por una editorial, además de los derechos que se deriven más adelante de las ventas anuales.
El sitio Web Escritores.org contiene un listado de reconocidas agencias literarias en español por orden alfabético. En el listado no están todas las agencias del mundo, pero sí las más confiables en español. Busque información si encuentra o quiere contactar con algún posible agente que no aparezca en esta lista… (Continua aquí)
¿Cómo puedo publicar mi libro? (I)
¿Cómo puedo publicar mi libro? (II)
¿Cómo publicar mi libro? (III): Consejos para la autoedición
¿Cómo publicar mi libro? (IV): Concursos literarios
I blog quite often and I truly appreciate your information. This great article has really peaked my interest. I am going to bookmark your site and keep checking for new details about once per week. I subscribed to your RSS feed as well.
Me gustaMe gusta